Bursitis trocantérea o trocanteritis

¿Qué es?

La trocanteritis aguda o bursitis trocantérea es una causa común de coxalgia en nuestra consulta. En países desarrollados se estima una prevalencia del 10-15%. Es más habitual en mujeres, con una proporción de 4:1, y en edades comprendidas entre los 40 y 60 años.

La bursa trocantérea está compuesta por cuatro bursas (es una membrana sinovial con un  fluido viscoso interior que proporciona un cojín entre los huesos, tendones y/o músculos alrededor de una articulación. Su acción es proteger y permitir libre movilidad articular), de las cuales la más importante se localiza entre los tendones del glúteo mayor y el glúteo medio. La bursitis trocantérea hace referencia a la inflamación de dicha bursa.

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Causas

La trocanteritis aguda se produce como consecuencia de una fricción excesiva de los tendones del glúteo medio y tensor de la fascia sobre la cara externa del fémur. Algunas de las maniobras agravantes son la flexión repetitiva de la cadera y la presión directa sobre dicho punto.

Las alteraciones de la marcha son las causantes de la mayoría de casos de trocanteritis, que pueden aparecer como consecuencia de alteración de la articulación lumbo-sacra, gonartrosis, esguince de tobillo, obesidad, dismetría de extremidades inferiores, depósito de cristales, etc.

En el deporte, al correr o al caminar también se puede producir el llamado síndrome de fricción de la fascia lata que provoca  irritación sinovial por el contínuo roce del tendón sobre el trocánter mayor. Las tendinitis del glúteo medio se desarrollan con un dolor similar ya que la mayor parte de inflamaciones o roturas son cercanas al trocánter mayor.

Clínica

Se manifiesta típicamente como un dolor constante en la cara lateral de la cadera, que se puede irradiar por la cara lateral del muslo hasta la rodilla y menos frecuentemente hasta el tobillo. El dolor empeora con la presión sobre trocánter mayor (por ejemplo, al dormir sobre el lado afecto), el ejercicio físico (correr, subir escaleras) y al pasar de la posición de sedestación a bipedestación.

En cuanto a la exploración física destaca:

  • Test de Stinchfield: se le pide al paciente que levante la pierna con la rodilla en extensión hasta unos 30º y que mantenga la pierna levantada mientras el examinador realiza presión caudal sobre la rodilla. Esta maniobra desencadenaría dolor en la cadera. Aunque podría deberse a una bursitis, no es específica de la misma y podría presentarse en otras patologías como artropatía de cadera o afectación del psoas.
  • Dolor al realizar una rotación interna pasiva con la rodilla y la cadera flexionadas a 90º y con la abducción contra resistencia.
  • La articulación de la cadera no se ve afectada por lo que las rotaciones no producen dolor ni limitación.
  • Aunque poco específica, puede presentarse una marcha antiálgica con desplazamiento de la carga hacia la cadera sana.
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Diagnóstico

El diagnóstico es fundamentalmente clínico, mediante una buena historia clínica y una exploración física detallada.

Las pruebas complementarias no sirven para el diagnóstico, pero la radiografía simple se recomienda en todos los pacientes con sospecha de bursitis trocantérea. Sirve para excluir otras causas de dolor en la cadera (fracturas ocultas, tumores óseos, etc.). En el caso de trocanteritis, pueden detectarse calcificaciones en la bursa o tejido blando adyacente.

Otras pruebas de imagen como la ecografía y la RMN pueden ser útiles en dolores refractarios y ante sospecha de causa infecciosa, tumoral o patología de columna lumbar.

Diagnóstico diferencial: Artrosis de cadera, Fractura de cadera, Meralgia parestésica, Dolor lumbar irradiado.

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Tratamiento

El tratamiento conservador es la base del tratamiento. Reposo relativo,  hielo y anti-inflamatorios. Evitar presión sobre el sitio afectado sobre todo al dormir, evitando acostarnos de ese lado.

Muy importante un programa de rehabilitación y fisioterapia con protocolos previamente definidos. Pudiendo usar inyecciones de corticoesteroides: infiltraciones  utilizadas para los casos más rebeldes e intensos, suele ser bastante efectiva o en casos seleccionados las ondas de choque.

El uso de un bastón o muleta por un período corto puede ayudar a aliviar la presión sobre la cadera aunque cada vez se recomiendo menos.

En casos severos, la cirugía puede ser necesaria. No es habitual llegar a este punto, realizándose una bursectomía  o alargamiento tendinoso en la zona implicada según causas desencadenantes

Prevención

Es el gran pilar en el que basarnos para evitar que lleguen las lesiones y sobre todo en pacientes que ya la sufrieron en alguna otra ocasión..  En casos de recaida o inicio del dolor debemos evitar aquellas actividades que empeoren la sintomatología, si nuestro deporte habitual supone impacto como es el caso del running o pádel, habría que alternarlo con actividades tipo natación o bici de forma moderada. Aplicable a todas las lesiones, un buen calentamiento y estiramientos previos y posteriores a la actividad ayudan a preparar nuestra  musculatura y articulaciones para próximos entrenamientos. Reemplazar el calzado deportivo en casos de corredores en el momento oportuno y el uso de buen equipamiento ayudarán a las recaídas.