¿Que es?
Las fracturas por estrés o sobrecarga son pequeñas grietas en un hueso. Son causadas por la fuerza repetitiva, a menudo por el uso excesivo, como saltar repetidamente de un lado a otro o correr largas distancias.
Las fracturas por sobrecarga son más comunes en los huesos que soportan el peso de la parte inferior de la pierna y el pie. Los atletas de pista y los reclutas militares que transportan paquetes pesados largas distancias corren el mayor riesgo, pero cualquier persona puede sufrir una fractura por sobrecarga. Si comienzas un nuevo programa de ejercicios, por ejemplo, podrías desarrollar fracturas por sobrecarga si lo haces en exceso y demasiado pronto.
Causas
Las fracturas por sobrecarga suelen ser consecuencia del aumento de la cantidad o la intensidad de una actividad demasiado rápido. Los huesos se adaptan gradualmente a cargas de mayor peso a través de la remodelación, un proceso normal que se acelera cuando la carga sobre los huesos aumenta. Durante la remodelación, el tejido óseo se destruye (reabsorción) y luego vuelve a formarse.
Los huesos que se someten a fuerzas a las que no están acostumbrados sin el suficiente tiempo para la recuperación reabsorben células más rápido de lo que el cuerpo puede reemplazarlas, lo que te hace más propenso a fracturas por sobrecarga.
Los factores que pueden aumentar el riesgo de sufrir fracturas por sobrecarga incluyen lo siguiente:
- Determinados deportes. Las fracturas por sobrecarga son más comunes en personas que practican deportes de alto impacto, como atletismo, baloncesto, tenis, danza o gimnasia.
- Aumento de la actividad. Las fracturas por sobrecarga se producen a menudo en personas que cambian repentinamente de un estilo de vida sedentario a un régimen de entrenamiento activo o que aumentan rápidamente la intensidad, la duración o la frecuencia de las sesiones de entrenamiento.
- Las mujeres, especialmente aquellas que tienen períodos menstruales anormales o ausentes, están en mayor riesgo de desarrollar fracturas por sobrecarga.
- Problemas en los pies. Las personas que tienen pies planos o arcos altos y rígidos son más propensas a desarrollar fracturas por sobrecarga. El calzado desgastado contribuye al problema.
- Las afecciones como la osteoporosis pueden debilitar tus huesos y facilitar la aparición de fracturas por sobrecarga.
- Fracturas por sobrecarga previas. El hecho de haber tenido una o más fracturas por sobrecarga te pone en mayor riesgo de tener más.
- Falta de nutrientes. Los trastornos alimentarios y la falta de vitamina D y calcio pueden hacer que los huesos sean más propensos a desarrollar fracturas por sobrecarga.
Clínica
Los síntomas de una fractura por estrés incluyen los siguientes:
- Dolor leve y/o debilidad en la zona donde se localiza la rotura.
- Dolor profundo dentro del pie, tobillo, o dedo del pie.
- Dolor localizado (sensibilidad en el lugar de la fractura al tocarlo).
- Hinchazón en la parte superior del pie o en el tobillo.
- Dolor que ocurre durante o después las actividades normales.
- Dolor que viene con la actividad y se va con el descanso.
- Si la fractura por estrés no se trata, el dolor puede volverse severo y la fractura también se puede desplazar.
Diagnóstico
La sospecha inicial la basamos en una correcta anamnesis y exploración física. A continuación es indispensable la realización de radiografías, que en un porcentaje importante de casos, sobre todo de forma inicial son normales. En estos casos y debido a una alta sospecha clínica, recurrimos a la Resonancia Magnética, Tomografía Computarizada y en ocasiones incluso a Gammagrafía.
Tratamiento
El tratamiento que se realiza en cada fractura de estrés debe ser individualizado por lo que ante la sospecha, mi recomendación es ponerse en manos de un buen profesional que nos pueda orientar.
En cuanto a los tratamientos propuestos para la curación de una fractura de estrés son:
- Principalmente descanso de la zona donde se ha producido la lesión (a veces incluso con botas especiales).
- Añadir la toma de analgésicos para el dolor y la aplicación del hielo para la disminución del más que posible hinchazón es recomendable.
- Fortalecimiento muscular de los músculos que están relacionados con el hueso afectado.
- Si la fractura se ha producido en una articulación, ganar movilidad también es fundamental.
En ciertos casos y dependiendo de la zona donde se produzca la lesión se realiazá una cirugía.
Prevención
Unos pasos sencillos pueden ayudarte a prevenir este tipo de fracturas:
- Haz los cambios lentamente. Comienza cualquier programa de ejercicio nuevo lentamente y progresa gradualmente. Evita aumentar la cantidad de ejercicio en más de un 10 % a la semana.
- Usa calzado adecuado. Asegúrate de que el calzado te quede bien y sea apropiado para la actividad. Si tienes pies planos, pregúntale a tu médico acerca de los soportes para el arco del calzado.
- Haz entrenamientos cruzados. Agrega actividades de bajo impacto a tu régimen de ejercicios para evitar el estrés repetitivo en una parte particular de tu cuerpo.
- Obtén una nutrición adecuada. Para mantener los huesos fuertes, asegúrate de que tu dieta incluya suficiente calcio, vitamina D y otros nutrientes.